El drenaje linfático en Arganda del Rey es una técnica de masaje terapéutico habitual en la clínica de fisioterapia con infinidad de utilidades. Salvo algunas excepciones en las que está contraindicado, este masaje beneficiará tu estado de salud, tanto física como psicológicamente.

Siempre bajo un planteamiento personalizado y con la precisión que esta técnica requiere, en la clínica de fisioterapia conseguirán fundamentalmente depurar tu organismo: la circulación linfática, paralela a la venosa, tiene en la linfa y los ganglios a los encargados de movilizar los residuos del cuerpo y contrarrestar sus efectos dañinos.

Las toxinas que quedan estancadas en el cuerpo son externamente visibles en forma de edemas o inflamaciones que, a través de movimientos suaves, lentos y rítmicos, aplicados siempre en el sentido de los conductos linfáticos, son retornados al torrente sanguíneo para su posterior eliminación.

El equilibrio de los líquidos corporales resulta esencial para la correcta nutrición de las células, y en consecuencia, para el mantenimiento de la salud. El masaje drenaje linfático en Arganda del Rey, bien administrado, contribuye al logro del equilibrio hídrico, mejorará tu circulación y función renal, es depurativo y relajante, disminuye la presión sanguínea y fortalecerá tus defensas.

Su popularidad va en ascenso en la medicina convencional y cada vez es más empleado en oncología, sobre todo, para tratar los edemas del brazo que las mujeres con cáncer de mama padecen tras la extirpación del pecho.

¿Sabías que existen recientes estudios que avalan que su efecto tensor es superior al del botox?. Sus aplicaciones estéticas son ampliamente conocidas para poner remedio al acné, rosácea, cicatrices, eccemas, flacidez y arrugas. Como vehículo para luchar contra la retención de líquidos, se ha demostrado eficaz para combatir la celulitis, como complemento para las dietas de adelgazamiento o las operaciones de reducción de estómago.

En la Melba Clínica de Fisioterapia desaconsejamos su uso en caso de afecciones agudas, insuficiencia cardíaca, flebitis, cáncer, crisis asmáticas, hipotensión o hipertiroidismo.